domingo, 19 de febrero de 2012

21:53

Supongamos que nunca, nunca te conocí.
Supongamos que nunca nos enamoramos.
Supongamos que nunca, nunca deje que me besaras tan dulce y tan suave.
Supongamos que yo, yo nunca te vi.
Supongamos que tu, tu nunca me llamaste para ir.
Supongamos que sigo cantando canciones de amor.


Nunca ame a nadie completamente, siempre estando con un pie en la tierra.


Pero, supongamos, que ese tipo de cosas cambian.

No hay comentarios:

Publicar un comentario